Si bien desde hace décadas las mujeres fuimos logrando cambios que nos posicionan positivamente en relación con nuestras pares de generaciones anteriores, relacionados con los roles que ocupamos en lo público y lo privado, definidos históricamente desde las desigualdades de género, hay todavía cambios sustanciales que necesitamos seguir trabajando.

La intención que nos anima es crear espacios donde poder compartir experiencias, reflexionar y construir colectivamente aprendizajes significativos que nos faciliten tomar conciencia de nuestra situación actual y nos permitan imaginar relaciones y prácticas transformadoras que surjan desde nosotras y puedan expandirse…

Integrantes de Equipo MuMi

Clr. Mariana L. Rezk, Clr. Susana Cypin, Clr. Paola Gentile, Clr. Cristina Zóccola

26/12/13

El amor romántico y la igualdad: colores que destiñen.

Clr. Mariana L. Rezk

Sabemos que el amor romántico como ideal del amor aparece hacia el siglo XIX. Los años han pasado; nuestras vidas cotidianas se han modificado y las legislaciones han cambiado. Hemos conquistado cantidad de derechos a fuerza de reclamos y luchas, y sin embargo, el amor romántico y sus mitos nos siguen rodeando y “educando” de manera diferencial a mujeres y hombres.
La mayoría de los productos culturales, desde los cuentos infantiles hasta las telenovelas y series de televisión, pasando por letras de canciones, revistas y las películas que consumimos desde niñxs nos cuentan cómo debe ser ese amor: apasionado, perfecto, para toda la vida, monógamo, heterosexual, donde el sacrificio de las mujeres por el hombre amado está siempre presente, donde siempre hay obstáculos y restricciones entre lxs amantes, donde muchas veces el amor no es correspondido y por sobre toda las cosas no es igualitario entre mujeres y hombres.
Al amor romántico lo rodean mitos variados que pintan nuestra existencias de colores: la media naranja, el príncipe azul, los trajes rosas de las princesas, el rojo de la pasión, la verde esperanza del rescate a último momento, el horizonte azul y el sol naranja de los sueños compartidos para siempre!

Dice Isabel Santa Cruz:
 “La igualdad, entendida no como identidad ni uniformidad ni estandarización, comporta, en primer lugar, la autonomía, es decir, la posibilidad de elección y decisión independientes, que involucra la posibilidad de autodesignación. En segundo lugar, igualdad supone autoridad o, lo que es lo mismo, la capacidad de ejercicio de poder, el "poder poder”, como dice Celia Amoros:" «sólo puede llamarse iguales a quienes son equípotentes». En tercer lugar, y estrechamente conectada con la equípotencia, la igualad requiere lo que podríamos llamar equifonía es decir, la posibilidad de emitir una voz que sea escuchada y considerada como portadora de significado y de verdad, y goce, en consecuencia, de credibilidad. El cuarto carácter exigido por la igualdad es la equivalencia: tener el mismo valor, no ser considerado ni por debajo ni por encima de otro. No basta con poder, sino que también hay que valer, con la respetabilidad que ello implica. Los caracteres señalados tienen por base necesaria la reciprocidad y el mutuo reconocimiento que pertenecen por definición a la relación de igualdad.”
 (Santa Cruz , Isabel. Sobre el concepto de igualdad: Algunas observaciones. Rev. Isegoría, N° 6 (1992). Universidad de Buenos Aires. Pág 147.)

Entonces…
¿Dónde queda la autonomía y autodesignación, cuando se nos enseña a amar para la fusión y que nuestra vida es vida en función de otro?
¿Dónde se esconde nuestra autoridad y equipotencia cuando se nos relega al ámbito privado y las decisiones acerca de lo doméstico?
¿Dónde se escucha la equifonía y se asienta la credibilidad cuando se nos desmiente en lo que sentimos y cuando decimos NO! se entiende ?
¿Dónde encontramos equivalencia y valor personal cuando se nos trata como objetos para ser comprados, vendidos o exhibidos?

El amor romántico es una creación sociohistórica patriarcal que nos quita libertad y poder. Que nos separa y enemista. Que nos deja solxs, aún en pareja.
El amor es una dimensión de lo personal, pero también, y por sobre todo es político. Y si es político es factible de ser deconstruido, modificado, cambiado…
¿Nos animamos a pintar amores de todos los colores?
Que cambien, que muten, que crezcan, que vayan y vengan, que nos igualen y empoderen!
Y por sobre todas las cosas que no destiñan nuestro ser!


Bibliografía consultada:

Santa Cruz , Isabel. Sobre el concepto de igualdad: Algunas observaciones. Rev. Isegoría, N° 6 (1992):145-152. Universidad de Buenos Aires.

Herrera Gómez, Coral. Textos Varios. http://haikita.blogspot.com.ar/ (en línea 21/12/2013)

Lagarde, Marcela.Claves feministas para la negociación en el amor. 1º ed. Managua: Puntos de encuentro, 2001.

Sampedro Díaz, Pilar. “El mito del amor y sus consecuencias en los vínculos de pareja”. www.centropilarsampedro.es. (en línea 21/12/2013)


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