Si bien desde hace décadas las mujeres fuimos logrando cambios que nos posicionan positivamente en relación con nuestras pares de generaciones anteriores, relacionados con los roles que ocupamos en lo público y lo privado, definidos históricamente desde las desigualdades de género, hay todavía cambios sustanciales que necesitamos seguir trabajando.

La intención que nos anima es crear espacios donde poder compartir experiencias, reflexionar y construir colectivamente aprendizajes significativos que nos faciliten tomar conciencia de nuestra situación actual y nos permitan imaginar relaciones y prácticas transformadoras que surjan desde nosotras y puedan expandirse…

Integrantes de Equipo MuMi

Clr. Mariana L. Rezk, Clr. Susana Cypin, Clr. Paola Gentile, Clr. Cristina Zóccola

8/11/16

Acertijo


Recuerde que aquí no hay trampas, no hay cosas escondidas, todo está a la vista. Algo más: si no conoce el ejemplo, permítame una sugerencia. Trate de pensarlo solo/a porque vale la pena, en particular, porque demuestra que lo que usted cree sobre usted misma/o, a lo mejor no es tan cierto. O, en todo caso, es incompleto. ------------------------------------------------------------------------- 

Antonio, el padre de Roberto, un niño de 8 años, sale manejando desde su casa en la Capital Federal y se dirige rumbo a Mar del Plata. Roberto, va con él. En el camino se produce un terrible accidente. Un camión, que venía de frente, se sale de su sector de la autopista y embiste de frente al auto de Antonio. El impacto mata instantáneamente a Antonio, pero Roberto sigue con vida. Una ambulancia de la Municipalidad de Dolores llega casi de inmediato, advertida por quienes fueron ocasionales testigos, y el niño es trasladado al Hospital Zonal. No bien llegan, los médicos de guardia comienzan a tratar al nene con mucha dedicación pero, luego de charlar entre ellos y estabilizarle las condiciones vitales, deciden que no pueden resolver el problema de Roberto. Necesitan consultar. Además, advierten sobre el riesgo de trasladar al niño, y por eso deciden dejarlo internado allí, en Dolores. 

Luego de las consultas pertinentes, se comunican con el Hospital de Niños de la Capital Federal y finalmente conversan con una eminencia en el tema a quien ponen en autos de lo ocurrido. Como todos concuerdan que lo mejor es dejarlo a Roberto en Dolores, la eminencia decide viajar directamente desde Buenos Aires hacia allá. Y lo hace. Los médicos del lugar le presentan el caso y esperan ansiosos su opinión. Finalmente, uno de ellos es el primero en hablar: '¿Está usted en condiciones de tratar al nene?', pregunta con un hilo de voz. Y obtiene la siguiente respuesta: '¡Cómo no lo voy a tratar si es mi hijo!'. 

Bien, hasta aquí, la historia. Está en usted el tratar de pensar una solución, de manera que tenga sentido. Le insisto en que aquí no hay trampas, no hay nada oculto. Y antes de que lea la solución, quiero agregarle algunos datos: a) Antonio no es el padrastro. b) Antonio no es un cura. Ahora sí, lo/a dejo a usted con su imaginación. Eso sí, le sugiero que lea otra vez la descripción del problema y, créame, es muy ... muy sencillo. # La solución más abajo # Pero EVITE leerla hasta intentar solucionarlo # La solución Lo notable de este problema es lo SENCILLO de la respuesta. Peor aún: no bien la lea, si es que usted no pudo resolverlo, se va a dar la cabeza contra la pared pensando, ¿cómo puede ser posible que no se me hubiera ocurrido? 

La solución es que la EMINENCIA de la que se habla, es la MADRE.

Este punto es clave en toda la discusión del problema. Como se advierte (si quiere vuelva y relea todo), nunca se hace mención al sexo de la eminencia. En ninguna parte. Pero nosotras/os tenemos tan internalizado que las eminencias tienen que ser hombres que no podemos pensarla mujer. Y esto va mucho más allá de que, puestas/os ante la disyuntiva explícita de decidir si una eminencia puede o no puede ser una mujer, creo que ninguna/o de nosotras/os dudaría en aceptar la posibilidad tanto en una mujer como en un hombre. Sin embargo, en este caso, falla. No siempre se obtiene esa respuesta. 

Más aún: hay muchas mujeres que no pueden resolver el problema y cuando conocen la solución se sienten atrapadas por la misma conducta machista que condenan. En fin, creo que es un ejercicio muy interesante para testear nuestras propias complicaciones y laberintos internos.

(Por: Adrián Paenza)

Mandatos de género en las profesiones u oficios



(Clor. Paola Gentile)

El género surge a través de un proceso de construcción social que define lo masculino y lo femenino a partir de los sexos biológicos, hasta establecer las posiciones de poder entre los mismos.
Un abordaje en la categoría género, tiene que ver con la elección y desarrollo de las profesiones u oficios. 

La concepción de que los hombres poseen más aptitud para desempeñar algunas profesiones u oficios y las mujeres otras, se sustenta sobre todo en los procesos de socialización a los que se someten las personas desde su nacimiento y que determinan las formas de pensar y actuar ante la vida.
En muchas ocasiones, se asocia al sexo femenino con tareas que se pudieran considerar como extensión del rol reproductivo, como por ejemplo, el cuidado de la salud o el cuidado de los hijos en las tareas relacionadas con el sector educacional. 

Todo esto es un reflejo de la división sexual del trabajo que se aprecia no solamente en la vida privada del hogar, sino también en el espacio público, así como, por la manifestación de los estereotipos, de acuerdo a lo aceptado por la sociedad. 

Para reflexionar sobre la construcción de los estereotipos culturales en relación a lo femenino y lo masculino, la doctora en Filosofía Diana Maffia, nos acerca un listado de conceptos que podemos vincularlos aproximadamente con este listado, en que una columna está asociada a las características de lo femenino y la otra a las de lo masculino: 

MASCULINO

FEMENINO

Universal
Racional
Abstracto
Público
Hechos
Mente
Literal


Particular
Emocional
Concreto
Privado
Valores
Cuerpo
Metafórico





Esto es lo que se llama dicotomía, estos pares de conceptos son exhaustivos y excluyentes y han dominado el pensamiento occidental y siguen dominando nuestra manera de analizar la realidad.
Esto no sería problema para las mujeres, si no fuera porque ese par está sexualizado. 

Ejemplifiquémoslo, si se requiere que algo sea racional, entonces inmediatamente se piensa en un varón, porque las mujeres están estereotipadas como emocionales o si se demanda algo en la vida privada, vamos a pensar en una mujer, porque los hombres están ubicados en la vida pública, etc.

Si continuamos con la reflexión surgirán infinitos ejemplos acerca de según donde nos posicionemos en la tabla, se verán condicionadas o limitadas nuestra manera de desenvolvernos en nuestras profesiones u oficios o en las elecciones que hagamos de las mismas. 

Detenernos a pensar, dudar sobre esto nos hace más conscientes, nos permite conocernos en profundidad y nos coloca en un lugar de más flexibilidad, donde la profesión u oficio que desarrollemos encaje en nuestro ser persona y no nuestra persona (a presión) en los que culturalmente se designó como lo “propio” por nuestro sexo.