Si bien desde hace décadas las mujeres fuimos logrando cambios que nos posicionan positivamente en relación con nuestras pares de generaciones anteriores, relacionados con los roles que ocupamos en lo público y lo privado, definidos históricamente desde las desigualdades de género, hay todavía cambios sustanciales que necesitamos seguir trabajando.

La intención que nos anima es crear espacios donde poder compartir experiencias, reflexionar y construir colectivamente aprendizajes significativos que nos faciliten tomar conciencia de nuestra situación actual y nos permitan imaginar relaciones y prácticas transformadoras que surjan desde nosotras y puedan expandirse…

Integrantes de Equipo MuMi

Clr. Mariana L. Rezk, Clr. Susana Cypin, Clr. Paola Gentile, Clr. Cristina Zóccola

9/8/16

Dar la teta, dar de si




(Clor. Paola Gentile)
Escuchando hace unos días sobre el fenómeno “piquetetazo” y la polémica instalada sobre si es “inapropiado” que las mujeres amamanten en público, me detengo a escuchar todas las opiniones que circulan desde los distintos lugares y me indigno al darme cuenta de cuanto camino nos falta aun por recorrer para evolucionar como sociedad hacia el respeto sobre la integridad de nosotras- las mujeres-.

Una vez más muchos opinan, prohíben, censuran, alientan, juzgan, se alimentan, se erotizan, maternizan, moralizan, horrorizan e incomodan… quedando de manifiesto como desde los distintos lugares - comunitarios, familiares, políticos, científicos - quieren continuar decidiendo sobre nuestro cuerpo, ejerciendo demasiada presión social, ante la cual quedamos expuestas y vulnerables en relación al hecho de amamantar.

A mi entender desde el respeto en el que añoro vivir, y con respecto a este tema en particular, es necesario que cada uno, cada una, desde los distintos lugares en los que nos desenvolvemos, nos comprometamos a no continuar sosteniendo los mandatos patriarcales que persisten en definir lo que como mujeres debemos hacer, cuando y en donde.

Recientemente, del 1 al 7 de agosto ha transcurrido la semana mundial de la lactancia materna, donde el mensaje de la ONU es claro y contundente “La lactancia natural es el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita” el mensaje es unilateral, pero las realidades socio-económicas y familiares de las mujeres que amamantan son de constituciones múltiples, por lo que apelo nuevamente al respeto que como humanidad debemos tener cuando vemos a una mujer dar la teta, porque detrás de lo que estamos viendo, existe una realidad a la que no podemos acceder en su totalidad, que desconocemos. Y de lo único que si podemos estar seguros/as es que en ese darse, - la mujer - está dando de sí, razón más que valiosa y suficiente para respetarla.

En esta misma línea, también añoro que se fomente la autonomía de las mujeres para la “libre elección” sobre la decisión de amamantar, y aquí me parece sumamente indispensable que seamos informadas al respecto pero no manipuladas desde las culpas, las obligaciones, ni la vergüenza. Y mientras tanto en las expectativas y demandas sociales se va formando un entretejido de contrariedades, las que sin dudas nos afectan, desorientan y confunden; podemos recibir mensajes del “deber de amamantar” y si no lo hacemos eso se asocia muy ligeramente al hecho de ser una mala madre. Por otro lado, te hablan de satisfacer la “libre demanda” pero condicionan sobre cuál es el lugar “adecuado” y no hay compromiso gubernamental en la construcción de los considerados “apropiados”.

Para finalizar, mi última añoranza es que sobre nosotras - las mujeres- surjan miradas amorosas, aceptantes e integradoras sobre la totalidad de nuestro ser, que no nos llenen con mandatos que se vuelven terribles cargas de sobrellevar y que nos obstaculizan que cada una pueda descubrir el propio significado a las experiencias que transitamos a lo largo de nuestras vidas.

Nuevos debates acerca de lactancia materna y feminismos


Clr. Mariana L. Rezk

Conclusión (1)
Retomando el tema de las recomendaciones de la OMS, en general, se las plantea como un llamado a la lactancia materna a demanda y prolongada. Aparecen además en el panorama grupos de mujeres que la apoyan y promueven como La Liga de la Leche (LLL), grupos de presión como la International Baby Food Action Networt (IBFAN) y asociaciones de profesionales médicas y sanitarias locales que la promueven como práctica deseable. Se elaboran campañas de concientización y organizan grupos con posturas militantes que la difunden como la óptima nutrición biológica y afectiva (lactivistas).
No aparece en los debates la discusión acerca de los muchos beneficios que tiene la lactancia materna para las bebas y los bebes y sus madres. Pero lo que está en discusión son los usos que se hacen de la enunciación esos beneficios, por lo que la LM termina convirtiéndose en una responsabilidad más que recae sobre las ya recargadas mujeres actuales.
Ya expuse que la lactancia, además de ser un proceso biológico, es una práctica cultural que está fuertemente condicionado por intereses de variado orden (económico, social, demográfico). También está atravesada por ideologías, religiones, mitos, costumbres y creencias, como también por la consideración acerca del rol social asignado a las mujeres, por modas y valores. Así mismo atravesada por el poder médico – científico y por intereses de mercado e intereses de Estado. Pero más aún está atravesada, y a su vez atraviesa, las condiciones concretas de vida, los recursos personales y de apoyo con los que cuente cada mujer.
En el mundo actual, con la inserción masiva de las mujeres en el mundo público y el laboral, las recomendaciones parecen incompatibles con el ritmo de vida que se lleva y suenan a prescripciones y mandatos. La responsabilidad de la crianza y la socialización temprana siguen recayendo sobre las mujeres. Y ahí es donde se debe dar la discusión.
En el panorama que hice acerca de las diferentes posturas en debate, puede verse un continuum.  Un polo puede señalarse en quienes, por fuera del feminismo, mantienen una posición que prioriza la lactancia materna a demanda y prolongada y sin concesiones. En el otro extremo se encuentran quienes discuten la necesidad de un discurso antimaternal. La zona central está poblada de distintas versiones de la “crianza con apego”, “crianza en tribu” y la reflexión sobre el cuidado.
Todo este amplio abanico parece coincidir en la necesidad imperiosa de poner en el centro de la discusión la importancia de brindar apoyo a las mujeres, sea que deseen dedicarse a tiempo completo a la crianza intensiva o que quieran conciliar la crianza con la vida laboral y personal.
Para que, finalmente, la consigna “lo personal es político” llegue a uno de los lugares más personales y privados hasta ahora: la maternidad, la crianza y la lactancia. Y éstas se trasformen en preocupaciones y ocupaciones socializadas y compartida y por lo tanto que la igualdad sea más igual.

(1)         Conclusión del trabajo final presentado para la aprobación de Curso de Postgrado “Género, Salud Mental y Derechos” Centro de Salud Mental Nº 1 “Dr. Hugo Rosarios”. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ministerio de Salud - Dirección General de Salud Mental. Docente: Mgter. Marina Laski. Codocentes: Lic. Silvia Hofman - Lic. Cristina Dotti. Año 2014



Si tenés interés en conocer la totalidad del trabajo comunícate con nosotras que lo remitimos por mail. ¡Muchas gracias!