"Mujer que
se vislumbra ya no anda en penumbras"
Agenda de las
mujeres 2011
A veces sospechamos…a veces intuimos…
Conversamos, pensamos, leemos
Y tomamos conciencia de que hay otras
posibilidades.
Nos atrae lo que estamos vislumbrando, pero a la
vez nos asusta o nos da vértigo!
¿Qué hacemos? ¿Cambiar de vida? ¿Seguir como hasta
ahora?
Caminos personales, experiencias únicas,
negociaciones con lxs otrxs, con nosotras, decisiones…
De eso se trata…de vivir con más conciencia y más
libertad!
Tratando de cambiar
Clr. Susana Cypin
Cuántas
veces, en nuestra vida diaria, en relación, sentimos que algo nos incomoda o
intranquiliza, pero no podemos verbalizar. Aceptamos y reproducimos
comportamientos que tal vez no aprobamos, pero no los cuestionamos.
Muchas
veces, éstas incomodidades se reflejan en las mujeres, como comportamientos
estereotipados, con expresiones indirectas de la hostilidad, (celos, quejas,
reclamos) que al manifestarse en forma explosiva o a destiempo no llegan
a ser reflejo del verdadero sentimiento, y por lo tanto incomprendidos.
Con los
cambios que se fueron produciendo desde mitad del siglo XX, en el tema de
género, muchas cuestiones relacionadas con las desigualdades de género, sus
causas y consecuencias, se fueron esclareciendo. Hoy tenemos infinitas
oportunidades de poder acceder a información, investigaciones, capacitaciones,
actividades que nos permitan avanzar en conocimiento en esta materia,
facilitándonos posibilidades de movernos en sociedades más igualitarias.
Cierto es
que las mujeres ya sabemos cuales son las cuestiones que nos molestan y tenemos
herramientas para lograr cambios, pero especialistas e investigadoras en el
tema, vislumbran ciertas resistencias.
La
pregunta sería, porqué elegimos no mirar?, será que nos cuesta sentirnos
protagonistas del cambio?
Qué
sentimientos se nos despiertan cuando descubrimos que aquello que creímos
elegir por convicción, es solo una reproducción de mandatos sociales?
Una vez
que despertamos y tomamos conciencia, ya no podemos volver atrás, ya lo hemos
visto y no podemos quedarnos en la oscuridad. El saber nos hace sentir
responsables, y la responsabilidad nos empuja a actuar.
Tal vez
por ahora, solo podamos aceptar que al conocer una nueva realidad, tendremos la
libertad de elegir.
“La cotidianeidad tiene algo en común con selva
virgen: está llena de vida,
pero también de riesgos que intuimos y no logramos
percibir” Clara Coria
Bibliografía:
- Tajer, Débora. (2009). “Heridos
corazones: vulnerabilidad coronaria en varones y mujeres”. Cap. 2, Modos de
subjetivación. Modos de vivir, de enfermar y de morir. Ed. Paidós
- Coria, Clara: (1997). “Las
negociaciones nuestras de cada día”. Ed. Paidós.
- Imágen: http://nomadassquare.blogspot.com.ar/2012/12/alegoria-de-la-caverna.html
¡Me di cuenta!
Clr.
Mariana L. Rezk
Me di
cuenta: no somos iguales.
Se nos
educa de diferente manera. Se nos validan diferentes actitudes. Se nos prohíben
diferentes actividades. Somos bien recibidas en algunos lugares y en otro no.
En el lenguaje y el cuerpo se nos marcan diferencias.
Aun en la
segunda década del siglo XXI hay diferencias de derechos, de salarios, de
educación, de responsabilidades, de posibilidades…Pero no es cualquier
diferencia es una diferencia desigualada* donde la balanza se inclina
siempre para el mismo lado…
¡Me di
cuenta. ¿Y ahora qué hago?
Reconozco
que hay días en que es más fácil no darse tanta cuenta y andar por la vida sin
tanta conciencia a cuestas. Pero la llama en mi interior está encendida, y de
repente es un incendio…
¡Me di
cuenta! Y sentí, me enojé, leí, reflexioné, estudié…
Y
compartí con amigas y compañeras de camino el darnos cuenta y construir juntas.
Y compartimos el intentar que sea de otra manera, más justa, más equitativa,
más libre y que nos incluya a TODAS en TODO. Y seguir sumando…
Y me di
cuenta que ni aun “las mujeres” somos iguales entre nosotras. Otras
desigualdades se entrecruzan y nos encierran y separan.
Y me di
cuenta de todas las violencias…Se han sumado penas y alegrías, nuevas luchas en
nuevos lugares.
Y ¿Ahora
qué?
Seguir el
camino con más conciencia, con más amplitud, con más alas!
Integrando
lo que voy vislumbrando, intuyendo, conociendo a lo que voy siendo…Y soy yo
igual y distinta!
Y mi vida
se enriqueció con los colores del arcoíris.
TOMA DE CONCIENCIA
Clr.
María Cristina Zóccola
Cada vez
más tenemos la necesidad de darnos cuenta de lo que nos está pasando.
Lo que
nos pasa a nosotros y al mundo.
La
globalización nos obliga a abrir los ojos. No podemos negar las realidades que
se nos presentan ante nuestros ojos con solo prender la radio o el televisor en
cualquier momento del día.
Tenemos
que tomar conciencia de nosotras mismas y de los otros.
Somos
seres relacionales que nos necesitamos unos a los otros.
Si no sé
quién soy ¿Cómo sabré quién es el otro para acercarme a él?
¿Cómo me
integro a este mundo si me mantengo en la ignorancia?
¿De qué
nos defendemos cuando no podemos hablar y debatir con los otros sobre nuestras
diferencias?
¿Por qué
ese miedo a tomar conciencia de quiénes somos?
En
ocasiones se continúan naturalizando, y por eso no se cuestionan, situaciones
existenciales cotidianas de la que no se tiene plena conciencia ni se detecta
que son impuestas, injustas y dañinas.
Muchos
cambios profundos requieren la fuerza de la transgresión para imaginarlos
primero y ponerlos en marcha luego con el consiguiente coste.
Duelen
porque nos dejan desnudas de ropajes calentitos de una identidad que no sólo es
la que nos resulta conocida, sino también la que constituye la moneda de cambio
para ser aceptadas y queridas.
( “Los
cambios en la vida de las mujeres “ Coria. Freixas, Covas )
Rompiendo cadenas… ¿y ahora?
Clr.
Paola Gentile
Las mujeres
venimos recorriendo nuevos caminos históricos y culturales, sociales y
relacionales y como todo lo nuevo viene acompañado de transformación, cambio,
descubrimientos y también de incertidumbres.
Esta
reflexión va a ser de carácter puramente personal, intentando transmitir lo que
a mí me sucede al encontrarme ante estos nuevos caminos, donde metafóricamente,
muchas veces distingo claramente es por acá pero en otras me encuentro
caminando lento, con dudas… hasta puedo avanzar dos pasos y retroceder
cuatro, puedo perderme y volverme a encontrar, tomar atajos o quedarme dando
círculos.
Desde el
recorrido hecho hasta aquí puedo reconocer enseguida, las cadenas que me pueden
atar a los mandatos, las creencias e ideas de lo que una “mujer debe ser” (como
producto de una construcción socio cultural) y desde una mirada más
cuestionadora e inquisidora, puedo quitarles poder, pero paradójicamente
eso que me hace más libre me deja más confundida...
Me doy
cuenta que al moverme dentro de lo que se espera de mí, me permite
desenvolverme cómodamente dentro de lo conocido brindándome una sensación de
seguridad, aunque sea un terreno pantanoso. El peaje que pago por esa comodidad
es el alto costo de perder autenticidad.
No en
pocas situaciones, me descubro cediendo hasta en cuestiones tan simples
como la no expresión directa de algunos sentimientos como el enojo o la ira,
también puedo experimentar culpa si atiendo mis necesidades ante que la de los
demás, aun observo cómo me condicionan las miradas de aprobación o reprobación
ante mi estilo de vida o mis elecciones, hasta en algunas ocasiones me
encuentro justificando en que decido utilizar mi propio dinero o mi
tiempo. Estas situaciones y otras se pueden ir intensificando o debilitando de
acuerdo al rol en el que me encuentre en relación con otr@s ya que esta mujer
que soy, es madre, hija, pareja, hermana, ex esposa, trabajadora (dependiente,
independiente y comunitaria) amiga, tía, estudiante, ciudadana… y habitan en
mi; mi historia, mi identidad, mis necesidades, mis logros, mis frustraciones,
mis deseos, mis búsquedas, mi vulnerabilidad, mis luchas, mis sueños, mi
libertad…
Ante la
confusión al ampliar mi conciencia sobre un sistema patriarcal injusto,
sometedor y que restringe mi potencialidad y autonomía y contactar con mi modo
de funcionar y relacionarme (hasta ahora) por un lado, y el deseo de
asumir la responsabilidad ante la autoría de mi propio modelo de vida; lo
que logra traerme luz en mi andar es mi autoconocimiento existencial,
situacional y relacional con foco en el aquí y ahora, con la única certeza que
estoy en constante cambio.
Sartre
diría, estamos condenad@s a ser libres. Somos libres de ser cualquier cosa,
menos no libres. Renunciar a mi libertad implicaría que otro asuma el
control.
Con todo
esto que “voy siendo” aspiro a continuar apropiándome de mis recorridos y que
los pasos que vaya dando sean con todo mi SER.
“Debo
asumir que saber es mejor que no saber, que aventurarse es mejor que no
aventurarse, y que la magia de la ilusión por más atractiva que sea, finalmente
debilita el espíritu humano” (Irvin Yalom)